07 diciembre 2006

Un café con... Enric González.



"Nueva York
es una ciudad
en perpetua adolescencia"

Foto de RBA: E.González

"Para disfrutar del oficio de periodista conviene ser joven y un poco inconsciente, como para enamorarse o firmar una hipoteca", escribe en su libro. Usted ya no es ni joven ni inconsciente... significa eso que ya no disfruta de su profesión?

No, la disfruto como se disfruta del sexo a mi edad, más bien por delegación. Sabes que existe y que es divertido y estás a favor de que se haga pero ya no es algo que te afecte directamente. Llevo 30 años en esto. Con el paso del tiempo te gana el desánimo, lo inutil de las cosas, ya no te acuerdas de las cosas que has escrito, pero sí de las cosas que no deberías recordar. Hace 12 años estuve como corresponsal en Rwanda y todavía tengo pesadillas. A veces me despierto por las noches y todavía creo que estoy allí y eso te desgasta. Si te dedicas al periodismo, es mejor ser joven porque tienes otra actitud. El envejecimiento hace que el cinismo sea inevitable. Eso si no optas por ser jefe, como hace la mayoría de periodistas de mi edad, que se meten en despachos, van a reuniones y se dedican a gestionar un diario, pero eso es administración no es periodismo. Los periódicos los hacen el director y los que los escriben.

¿Qué debe hacer un buen corresponsal antes de aterrizar en su destino?

Yo creo que hago muchas cosas mal, pero tengo una virtud del buen corresponsal. Estoy enamorado de Roma, donde trabajo actualmente, y probablemente me quedaría allí para toda la vida. Pero si mañana me llama el director del diario y me ofrece una cosa en Tombuctú, inmediatamente me enamoro de Tombuctú. Pienso que tienes que enamorarte del lugar al que vas, tiene que ser como tu propio país. Sino no tiene sentido. Tienes que descubrir sus virtudes y todos los países las tienen.


¿Por qué decidió escribir Historias de Nueva York?

En el plazo de poco tiempo murieron tres amigos y compañeros de profesión con los que había convivido en Nueva York. Juan Carlos Gumucio, Julio Anguita Parrado y Ricardo Ortega. La muerte de Ricardo me pesó mucho, me enteré cuando ya estaba en Roma y me llamaron de la Cadena SER para pedirme una valoración de su figura como periodista. Me cuesta ver NY sin pensar en él porque nos pasabamos la mayor parte del tiempo juntos. Mientras escribía el libro estaba convencido de que no iba a volver, pero cuando ya lo había enviado regresé y añadí unas líneas para contarlo. Decidí escribir el libro para incluirles a los tres, porque si hablas mucho de ellos parece que están menos muertos.

¿Describe Nueva York como una ciudad intensa en la que siempre es presente?

Así es. Es la única ciudad del mundo en la que no hay jubilados y los que todvía quedan es porque son demasiado pobres como para poder marcharse a otro sitio. La clase alta neoyorquina, cuando se retira se va a otro sitio. NY es una ciudad en perpetua adolescencia, llena de hormonas y testosterona porque se renueva de continuo, tiene una intensidad que no tiene ninguna otra. Allí continuamente es presente y eso se debe, seguramente, a que su pasado, tanto el remoto como el próximo, nunca fue glorioso. Fue la ciudad traidora en la guerra civil, en los años 80 era una calamidad... También creo que esa juventud tiene que ver con la ausencia de tradición, que deberían encarnar las personas mayores que ya no están.
NY son los recien llegados, los inmigrantes... pero no hay la memoria colectiva que es excesiva en BCN. Nueva York es "ahora", hace 10 años el actual NY no existía, porque la mitad de su población todavía no había llegado... El movimiento de población dentro fuera me parece que es del 25% cada 10 años, así que en un tiempo la población ha cambiado. No existe el "neoyorquino de toda la vida". Cuando llegas eres uno más, no como en París, por ejemplo, que si no tienes un buen acento francés no terminas de integrarte.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jolín, que dificil desearle una baja laboral de su corresponsalía en Roma.. Robles, vamos a tener que buscar métodos más limpios, este tipo me cae bien. Lo siento tronco.

Anónimo dijo...

muy interesante
y qué bonita la última frase de la tercera respuesta
ci vediamo

Robles dijo...

Me alegro de que no le desees la baja a Enric González, porque es insustituible en su corresponsalía romana. A mí también me cae bien... ; )
Sí que lo es topo, ci vediamo.

Anónimo dijo...

Fermín, no me suelo pasar mucho por tu blog y, sin embargo, me acabo de convertir en una incondicional. Me ha encantado que tú me acerques a Enric Gonzalez. Él es uno de esos muchos periodistas que me gustan, a los que leo y de los que esperas siempre leer una entrevista como ésta. Me ha encantado. Robles hazme ya el carnet del club.

Robles dijo...

Yo le tengo auténtica devoción, Milena. Cuando publicó "Historias de Nueva York" propuse en el diario entrevistarle, aprovechando que se encontraba de paso por Barcelona. Escribí un artículo sobre el libro, pero la conversación con él dio tanto de sí que pensé que debía colgar algunas de sus respuestas en el blog. Es un tío muy interesante, con una experiencia profesional a sus espaldas enorme como sabes. La verdad es que hablar con él fue un lujo... y el libro? te recomiendo que lo leas. He aprovechado para poner más referencias a su trabajo en la página, pq es un crack!!